
Me encontraba en un estado
somnífero, soporífero,
interminable.
Me ahogaba
cada vez mas en aguas
oscuras, repletas de
monotonía e ingratitud.
Solo ocurrió.
No lo esperaba,
pero tampoco esperé hundirme
en vos y así sucedió.
Emergí de mis
mas profundas
sensaciones
en un instante,
volviendo a la luz.
Sí, he vuelto a oler
a ver
a tocar
a sentir
a vivir.
He vuelto.
No se por que,
no se por cuanto antes de volver a colapsar,
pero estoy.
Estoy nadando
ante la magnifica y tenebrosa
inmensidad de tu ser,
dispuesto a entregarme si fuera necesario,
a morir nuevamente en tu haz de inconsciente
indiferencia.




