
Descabellado, iracundo maniático
sobrevolaba sus rodillas y masticaba encantos
uno a uno carcomía los recuerdos,
lamia dulzura y escupía noches
de un solo golpe.
Lastimosa criatura, verde pan de azúcar negra
no mojes mas sus pies,
no bailes mas con sus orejas, ten piedad
de su aliento,
ella es de otros campos,
de otros cielos y otras nubes.
No atocigues su mamilo con tu boca negra,
tu disfraz de paz ya no alimenta su raíz
triste árbol marchito, el que devoró tu indiferencia.
Ya no respira el viento
sus venas mojadas
por aquel sudor recóndito
que alguna vez fue tu sal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario